Morillo-Verdugo R
Coordinador del proyecto Mapa Estratégico de Atención al Paciente Externo, de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (MAPEX-SEFH). (España)
Fecha de recepción: 24/01/2022 – Fecha de aceptación: 24/01/2022
La Atención Farmacéutica dual, aquella que va a combinar el seguimiento presencial con el uso de las nuevas tecnologías para la asistencia a distancia de los pacientes es ya hoy, casi sin que nos hayamos dado cuenta, una realidad.
Dos elementos diferentes, prácticamente coincidentes en el tiempo, han permitido que así sea. Por un lado, la propia irrupción de la pandemia por SARS-Cov2 que ha acelerado la llegada e implantación de un concepto que, sin ser novedoso en sí mismo, estaba gestándose o larvándose, en los últimos años, en los diferentes sistemas de salud, aunque sólo con experiencias pioneras y, generalmente, poco expandidas, como es la teleasistencia, incluyendo, como no, la telefarmacia1-2. Por otro lado, algo que, como farmacéuticos, sí que nos compete más directamente, como ha sido la propia redefinición y puesta al día del concepto de Atención Farmacéutica en el que se ha incorporado, directamente en su concepción, que uno de los tres pilares que lo componen sea, precisamente, el dar respuesta en tiempo real o útil a las necesidades de los pacientes a través de las nuevas tecnologías, o lo que es lo mismo el concepto de oportunidad, dentro del nuevo modelo CMO3.
Lejos de dejarnos llevar por la fascinación de lo nuevo o el deslumbramiento por lo virtual, el verdadero asentamiento de esta nueva concepción de nuestra profesión necesita de un replanteamiento de las bases conceptuales en las dos vertientes, la presencial y la digital. Y, además de ello, tener claro que, dentro del entorno sanitario en el que nos movemos, para avanzar sólidamente en este nuevo concepto es necesario asumir que solo puede llevarse a cabo dentro de un abordaje de trabajo multidisciplinar con un enfoque multidimensional de la asistencia a los pacientes.
En España, el trabajo colaborativo desarrollado desde el año 2014 en el Mapa Estratégico de Atención al Paciente Externo de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (MAPEX-SEFH)4, ha tenido como consecuencia y agrupación de todo el esfuerzo desarrollado en sus diferentes vertientes de actuación, la definición y publicación de la norma de certificación de la calidad en Atención Farmacéutica: “QPEX”5, pionera a nivel internacional. Por su concepción y perspectiva, esta norma supone el punto de partida y el acelerador de la transformación profesional que debemos llevar a cabo en cada uno de nuestros centros de trabajo para dar respuesta a esta nueva realidad en la que ya estamos conviviendo. Se trata, sin duda, de lo que podíamos denominar el “punto de no retorno” y la puerta abierta a un nuevo escenario profesional nunca antes contemplado, que puede servir, además, de referencia en diferentes países. Entre otros beneficios asistenciales, la asimilación e implantación de esta norma servirá sin duda, para aumentar lo que podríamos denominar, nuestra “zona de capacidad aumentada”, es decir, llegar no solo a más pacientes sino de la mejor forma y con el mayor impacto posible. Para ello, lógicamente, tendremos que utilizar criterios de estratificación asistencial, otorgando a cada paciente diferentes niveles de intensidad en su seguimiento acorde a las variables que definen su éxito terapéutico y, además, trabajar longitudinalmente con cada uno de ellos para poder alcanzar los objetivos en relación con la farmacoterapia que, de forma dinámica, se planteen en cada momento. Sirve este enfoque para que, a partir de ahora, tengamos que mejorar en lo que denominaríamos la “densidad de resultados”, que será el resultado de combinar la cantidad de pacientes, con la calidad de las intervenciones que llevemos a cabo en cada uno de ellos, en todas y cada una de las interacciones, presenciales o digitales, que llevemos a cabo con ellos.
Precisamente, desde el punto de vista digital la telefarmacia ha irrumpido definitivamente y ha llegado para quedarse, pero no para replicar lo que ya veníamos haciendo de forma presencial. Los cuatro grandes ámbitos de actuación que se han contemplado en su definición6: seguimiento farmacoterapéutico, formación e información a pacientes y otros profesionales, comunicación con el resto del equipo asistencial y la dispensación y entrega informada de la medicación nos abren, por tanto, una importantísima cantidad de retos y oportunidades para nuestro desarrollo profesional que debemos aprovechar (teleconsultas virtuales, pases de sala digital, telementorías, validaciones a distancia, educación profesional masiva, telesimulaciones, incorporación eficiente de los datos reportados por los pacientes, redefinición de circuitos asistenciales… etc).
Si partimos de la base de que los sistemas de salud en general y los hospitales, en particular, serán entornos de altísima intensidad tecnológica, en el que se trabajará en redes asistenciales, habrá, pues, una necesidad de integrar la telefarmacia dentro de la teleasistencia general que marquen las organizaciones y con la estrategia general de aportar el máximo valor permanente en cada interacción7.
Pero no confundamos telefarmacia con nuevas tecnologías o la incorporación de nuevos dispositivos. La telefarmacia va de personas que usan nuevas herramientas para estar más cerca de sus profesionales de referencia y es, por tanto, el acompañamiento profesional, el conocimiento especializado y la toma de decisiones en el momento óptimo lo que mejor puede definir esta nueva propuesta asistencial.
No cabe duda de que, si para incorporar la telefarmacia ha habido que formarse, para llegar más lejos, para traspasarla, no habrá más remedio que transformarse. Aunque los primeros datos de su implantación han sido satisfactorios8-9, la reciente elaboración de los documentos de apoyo metodológico de MAPEX-SEFH servirán de referencia para el crecimiento colectivo en esta materia en los próximos años. Pero el avance debe seguir10. Así, la creación de un centro de competencias digitales y un observatorio de prácticas innovadoras, para la mejora y crecimiento del colectivo a partir de las experiencias acumuladas por los lideres de opinión y, como no puede ser menos, el apoyo a los proyectos de I+i que generen los imprescindibles resultados de mejora asistencial que se presupone con este nuevo enfoque profesional serán los próximos pasos por alcanzar en los años venideros.
Para alcanzar todo lo anteriormente comentando, obviamente, es necesario una reflexión profunda y un afán de perder comodidad y abandonar el tradicionalismo para afrontar este nuevo escenario y empezar a dar los siguientes pasos.
Aunque, efectivamente, es una realidad palpable e innegable y, lógicamente, podemos y debemos admitir que existe una variabilidad organizativa y de recursos en nuestros entornos asistenciales, no podemos permitirnos, como profesionales que aspiramos a ser el puente que une al sistema sanitario con la máxima eficiencia y al paciente con sus resultados en salud, no trabajar para alcanzar una homogeneidad en términos de calidad.
Se trata de desdibujar y superar diferentes barreras, físicas y mentales. Entre los aspectos que debemos afrontar se encuentran: la necesidad de invertir e incorporar recursos humanos y materiales, afrontar limitaciones tecnológicas, la integración en los equipos multidisciplinares y en los sistemas de información, la brecha digital de algunos de nuestros pacientes (y también de profesionales) y, obviamente, la actualización del necesario marco legal que ampare todo lo anterior.
Y en todo este camino viviremos, seguramente, de forma local e individual, tres etapas bien diferenciadas. La inicial y, probablemente, la más dura, por el sobreesfuerzo profesional que supone la incorporación de estos nuevos enfoques, procedimientos y herramientas. A continuación, la intermedia, la fase caótica, en la que probablemente, convivan tradicionalismo e innovación, una fase muy peligrosa por la inevitable tendencia a volver sobre lo ya conocido y seguro. Por último, una vez superado el punto de no retorno, dentro de la conocida meseta de potencial latente, que dibuja el balance entre esfuerzo y retorno de la inversión, llegará la tercera fase, una extraordinaria etapa de éxito, en la que se podrán ya contemplar y visualizar los deseados resultados de esta transformación profesional en cada uno de nuestros entornos profesionales.
Sin duda alguna, todo ello nos llevará a alcanzar algo que, en los últimos años, es ya una demanda de nuestra sociedad, sistemas sanitarios y los propios pacientes, que es pasar de ser expertos en el medicamento a ser expertos en la relación del paciente con su farmacoterapia. Porque, no lo olvidemos, lo que nos va a hacer mejores farmacéuticos, en los próximos años, son los pacientes, no los tratamientos que tienen prescritos ni las tecnologías que incorporemos para su seguimiento. Por tanto, no desaprovechemos esta gran oportunidad.
BIBLIOGRAFÍA
1. World Health Organization. WHO Library. Telemedicine. Opportunities and Developments in Members States. Geneva (Switzerland); 2010. [Consultado: 21-01-2022]. Disponible en: https://www.ashp.org/-/media/assets/policyguidelines/docs/statements/telepharmacy.pdf.
2. Alexander E, Butler CD, Darr A, et al. ASHP Statement on Telepharmacy. Am J Health Syst Pharm. 2017:74236-74241. doi:10.2146/ajhp1700397.
3. Morillo-Verdugo R, Calleja-Hernández MÁ, Robustillo-Cortés MLA, Poveda-Andrés JL. A new definition and refocus of pharmaceutical care: the Barbate Document. Farm Hosp. 2020 Jul 1;44(4):158-162. English. doi: 10.7399/fh.11389.
4. Documentación. Mapa Estratégico de Atención al paciente externo (MAPEX-SEFH). [Consultado: 21-01-2022]. Disponible en: https://www.sefh.es/ mapex/documentacion.php.
5. Morillo Verdugo R, Calvin Lamas M, Delgado Latorre ATJ, Ferrando Piqueres R, Fernández-Llamazares CM, Negro Vega E, Tortajada Goitia B. Development of the Q-PEX standard for quality certification of pharmaceutical care for outpatients of Pharmacy services. J Healthc Qual Res. 2021 Nov-Dec;36(6):324-332. Spanish. doi: 10.1016/j.jhqr.2021.03.010.
6. Morillo-Verdugo R, Margusino-Framiñán L, Monte-Boquet E, Morell-Baladrón A, Barreda-Hernández D, Rey-Piñeiro XM, Negro-Vega E, Delgado-Sánchez O. Spanish Society of Hospital Pharmacy Position Statement on Telepharmacy: Recommendations for its implementation and development. Farm Hosp. 2020 Jul 1;44(4):174-181. English. doi: 10.7399/fh.11515.
7. Gómez Huelgas R, Díez Manglano J, Carretero Gómez J, Barba R, Corbella X, García Alegría J, Herranz MT, Vallejo I, Elola Somoza FJ. The Hospital of the Future in 10 points. Rev Clin Esp (Barc). 2020 Oct;220(7):444-449. English, Spanish. doi: 10.1016/j.rce.2020.04.009.
8. Margusino-Framiñán L, Illarro-Uranga A, Lorenzo-Lorenzo K, Monte-Boquet E, Márquez-Saavedra E, Fernández-Bargiela N, Gómez-Gómez D, Lago-Rivero N, Poveda-Andrés JL, Díaz-Acedo R, Hurtado-Bouza JL, Sánchez-Gundín J, Casanova-Martínez C, Morillo-Verdugo R. Pharmaceutical care to hospital outpatients during the COVID-19 pandemic. Telepharmacy. Farm Hosp. 2020 Jun 13;44(7): 61-65. English. doi: 10.7399/fh.11498.
9. Margusino-Framiñán L, Fernández-Llamazares CM, Negro-Vega E, Tortajada-Goitia B, Lizeaga G, Mercadal-Orfila G, Almeida-González C, Morillo-Verdugo R. Outpatients’ Opinion And Experience Regarding Telepharmacy During The COVID-19 Pandemic: The Enopex Project. J Multidiscip Healthc. 2021 Dec 31;14:3621-3632. doi: 10.2147/JMDH.S343528. PMID: 35002251; PMCID: PMC8725846.
10. Documentos de apoyo metodológico para el desarrollo de la telefarmacia. Mapa Estratégico de Atención al Paciente Externo (Proyecto MAPEX-SEFH). [Consultado: 21-01-2022] Disponible en: https://www.sefh.es/mapex/cmo-oportunidad.php.
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