Grunbaum J1, Milano Gil A2, Rapelius S3, Sánchez EV4
1 Farmacéutica de Planta. Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez (CABA). Ciudad de Buenos Aires (Argentina)
2 Farmacéutica Suplente de Guardia. Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez (CABA). Ciudad de Buenos Aires.
Farmacéutica de Planta del Hospital Aeronáutico Central CABA. Jefe de Trabajos Prácticos (JTP).
Cátedra de Farmacia Clínica FFyB (UBA) (Argentina)
3 Residente de Tercer Año de Farmacia. Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez (CABA). Ciudad de Buenos Aires (Argentina)
4 Residente de Segundo Año de Farmacia. Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez (CABA). Ciudad de Buenos Aires (Argentina)
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Sr. Director:
La utilización de aerosolterapia es indicación en gran parte de las afecciones respiratorias. El éxito del tratamiento reside, entre otros factores de importancia, en que la técnica se lleve a cabo de manera correcta1,2. Muchos aerosoles de dosis medidas, cartuchos o canisters, carecen de contadores de dosis. Presentan un remanente más allá del número de dosis que el laboratorio especifica, pero no hay seguridad de la cantidad de droga contenida en cada disparo. La manera correcta de saber cuando el aerosol se debe reemplazar por uno nuevo es contando las dosis utilizadas hasta llegar al número total informado en el envase3-7. La prueba casera que consiste en sumergir el canister en agua y ver su comportamiento: si flota estaría vacío y si se sumerge estaría lleno, no debería utilizarse ya que varios trabajos publicados explican que no resulta efectiva y por otro lado se corre el riesgo de obstruir la válvula3-5,7. Es indispensable que la técnica de administración de aerosol sea explicada en detalle y se recomienda la verificación de la misma de manera frecuente2,8, así como el recuento de dosis para saber el momento de recambio del cartucho. Así mismo, la higiene del espaciador o aerocámara debe hacerse regularmente para evitar contaminaciones y duración acortada del dispositivo, y siempre según la recomendación del fabricante.
Se quiso evaluar la información que poseen los padres de pacientes pediátricos, internados en el hospital, que utilizan aerosolterapia en cuanto a duración de la medicación e higiene de las aerocámaras y verificación de técnica. Para ello se diseñó un cuestionario con 3 preguntas, se consultó con 4 profesionales (médicos y farmacéuticos) sobre la comprensibilidad del mismo. Se preguntó a los familiares de 68 pacientes internados en 4 salas de internación del hospital.
El período del estudio fue desde octubre de 2013 a mayo de 2014. Los pacientes se encontraban utilizando los aerosoles por lo menos por 48 horas anteriores a la encuesta, tomando los registros de entrega de los mismos a los que eran recientemente diagnosticados, o consultando a los padres si ya era medicación de uso previo a la internación.
1) ¿Algún profesional de la sala, médico o kinesiólogo, le pidió que le hiciera el aerosol delante de él/ella?
2) ¿Sabe Ud. cuando se le acaba el aerosol y tiene que pedir/comprar uno nuevo?
3) ¿Sabe cómo lavar la aerocámara?
De los 68 familiares consultados, 34 respondieron que nadie había solicitado que hicieran la técnica delante de él/ella y 2 no respondieron esa pregunta. De 67 familiares (1 no respondió esta pregunta) 19 respondieron que no saben cuándo se termina el aerosol presurizado, 14 que agita el dispositivo para saber si queda fármaco en su interior, 25 realiza la prueba de flotación y solo 9 respondieron que cuentan las dosis utilizadas. En cuanto al lavado de la aerocámara de los 68, 31 respondió que sabe, mientras que 37 desconoce cómo hacerlo.
Se observa que las recomendaciones sobre verificación de técnica de administración de fármacos aerosolizados que se encuentran en las principales guías de tratamiento, no se cumplen en su totalidad. El éxito del tratamiento depende en gran parte de una correcta utilización de los dispositivos presurizados. Entre dichas recomendaciones está la supervisión periódica, por parte de un profesional, de la técnica de administración, tanto cuando el paciente es ambulatorio como cuando debe ser internado y continúa con la aerosolterapia.
Las medidas de bioseguridad requeridas en cuanto al lavado de la aerocámara también denotan ausencia de información.
Por otro lado, la falta de contadores de dosis en los cartuchos presurizados resulta un serio problema para los pacientes ya que es imposible saber cuándo el dispositivo no contiene más fármaco. La única manera recomendada por la bibliografía es el recuento de las dosis que indica el fabricante, lo que se torna muy complicado, especialmente en el caso del salbutamol que es el fármaco que se utiliza en las crisis y según necesidad del paciente para aliviar su broncoespasmo. Si se realizan más disparos que lo que el laboratorio productor indica, se corre el riesgo de no disponer de la cantidad de droga necesaria para dicho alivio. Este riesgo que implica su uso más allá de las dosis recomendadas por el productor, no debe ser subestimado. De igual modo, si se descarta previamente a haber completado el total de las dosis, se está incurriendo en un gasto y desecho de envases, innecesarios.
El equipo de salud, en su intención de iniciar rápidamente el tratamiento adecuado, suele dejar de lado algunas medidas de atención que podrían mejorar el éxito del tratamiento. Reforzar la información de los padres, en cuanto a la aerosolterapia, es una estrategia para obtener un buen resultado ya que son ellos los mejores aliados del equipo de salud en la recuperación de sus niños.
Por otro lado es imprescindible que los fabricantes de medicamentos en cartuchos presurizados coloquen contadores de dosis para permitir que el paciente sepa cuando debe proveerse de uno nuevo ante su finalización, como ocurre con las otras formas farmacéuticas.
Debemos ser conscientes que el compromiso de los diferentes pilares (familia, equipo de salud e industria) es el desafío que permitirá superar y optimizar las deficiencias observadas en la aerosolterapia.
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
Bibliografía
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- Sociedad Argentina de Pediatría. Consenso de Asma Bronquial 2007 2da. Parte. Arch Argent Pediatr. 2008; 106(2):162-165.
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- Capstick TGD, Clifton IJ. Inhaler technique and training in people with chronic obstructive pulmonary disease and asthma. Expert Rev Respir Med. (2012);6(1):91-103.
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