Barreto Rossello G
Centro de Historia y Filosofía de las Ciencias de la Salud. Escola Paulista de Medicina. Universidad Federal de São Paulo (Brasil)
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Rev. OFIL 2016, 26;4:264-270
Fecha de recepción: 15/03/2016 – Fecha de aceptación: 10/05/2016
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Correspondencia:
Gabriel Barreto Rossello
Rua José Antônio Coelho, 300
Apto. 184 C – Barrio Vila Mariana
São Paulo, SP, CEP 04011-060 (Brasil)
Correo electrónico: gabarretoross@gmail.com
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Resumen
Este trabajo tuvo como objetivo explorar, a partir de relatos de vida de farmacéuticos hospitalarios en São Paulo, Brasil, el panorama actual de la profesión así como las problemáticas y transformaciones por las cuales atraviesa, en especial en lo que concierne a la cuestión del binomio humanización-deshumanización en la salud. Fue desarrollado un estudio cualitativo fundamentado en la Historia Oral de Vida, teniendo como objetivo la dimensión de lo subjetivo. Realizamos siete entrevistas, las cuales siguieron un conjunto de procedimientos contemplados por la Historia Oral. De esta forma, fueron generados los datos que posteriormente se sometieron a un análisis basado en el modelo fenomenológico de inmersión y cristalización. Los resultados, que apuntaron a la emergencia de temas que involucran la actividad dentro del hospital y la atención farmacéutica dieron espacio para abordar la discusión sobre la humanización y la deshumanización como un tema emergente en la profesión.
Palabras clave: Farmacéuticos hospitalarios, investigación cualitativa, narrativas, Servicio de Farmacia Hospitalaria.
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INTRODUCCIÓN
La Farmacia Hospitalaria, según la Sociedad Brasileña de Farmacia Hospitalaria (SBRAFH), consiste en: “una unidad clínica, administrativa y económica, dirigida por un farmacéutico, ligada jerárquicamente a la dirección del hospital e integrada funcionalmente con las demás unidades administrativas y de asistencia al paciente”1. En la farmacia, el farmacéutico desempeña papeles importantísimos en el flujo de la atención hospitalaria. Uno de esos papeles ocurre en el momento de la dispensación, donde se informa al usuario sobre el uso correcto del medicamento y donde se aclaran sus dudas, favoreciendo la adhesión y el éxito del tratamiento prescrito.
En Brasil, en la década de los años 80, pocas farmacias hospitalarias tenían una organización acorde a los requisitos establecidos por la SBRAFH y un servicio de dosis unitaria que tuviese una estandarización adecuada de medicamentos. Además, las actividades clínicas desempeñadas por el farmacéutico hospitalario no estaban estandarizadas2. A raíz de esto, en 1990, se emite una resolución colocada en práctica por el Consejo Federal de Farmacia (CFF) que reconoce, define, da atribuciones y formaliza la Farmacia Hospitalaria Brasileña: la Resolución nº 208. Siete años después, en 1997, esta resolución se revisa y reformula, dando origen a la Resolución nº 3002. De esta forma, en la década de 1990, la farmacia hospitalaria comienza a ganar un nuevo estatus y pasa a incluirse como tema importante en las agendas de los congresos de farmacia Brasileños.
Un marco importante para el desarrollo del área fue la sistematización de la práctica clínica bajo el concepto de “Atención Farmacéutica”, a partir del cual la Farmacia Hospitalaria comienza desenvolverse como una nueva especialidad3. En este período, en Brasil, aparecen las guías para el desarrollo estandarizado de la Farmacia Hospitalaria y el Ministerio de Salud lanza la Guía Básica para la Farmacia Hospitalaria4. También se crea la Sociedad Brasileña de Farmacia Hospitalaria que produce las directivas denominadas Padrones mínimos en farmacia hospitalaria1. En el plano internacional, la Organización Panamericana de la Salud establece la Guía para el desarrollo de servicios farmacéuticos hospitalarios5.
El crecimiento del área hospitalaria ha sido notorio en diversos países y ha aumentado las demandas y responsabilidades del farmacéutico. Este se ha vuelto un profesional incentivado a alcanzar acabados conocimientos de logística, control de calidad, atención farmacéutica, asistencia farmacéutica, investigación clínica, fármaco vigilancia y producción de medicamentos, así como un dominio básico de contabilidad, administración y de aquellas herramientas para comandar y liderar equipos de trabajo. Esta diversidad de habilidades forman parte de las mejoras técnicas que el farmacéutico adquiere en su formación profesional; sin embargo, esta orientación técnica lo aleja de otros conocimientos y recursos dirigidos directamente a la Atención Al Paciente y a su inserción en el equipo hospitalario6. Actualmente, ante un panorama donde el proceso de supervaloración de las ciencias biológicas y de los medios tecnológicos se vuelve gradualmente más complejo en el área de la salud, se refuerza la importancia del trabajo en equipos de salud multiprofesionales donde el farmacéutico hospitalario pueda incluirse para participar de manera activa y decisoria. No obstante, aún no es una realidad en muchos centros de salud del Brasil, donde las relaciones entre el farmacéutico y los demás miembros del equipo sanitario aún presentan contradicciones y vicios que provienen del antiguo papel del farmacéutico en el hospital7,8.
Este artículo tiene por objetivo relatar el desarrollo de los resultados de una investigación que, a partir de los relatos producidos mediante la metodología de Historia Oral de Vida9 aborda la discusión sobre la actualidad de los profesionales farmacéuticos que trabajan en el área de la farmacia hospitalaria. El objetivo se centra en revelar los aspectos de la función del farmacéutico hospitalario y las implicaciones que el desarrollo de las tareas y la búsqueda de la armonización de la parte técnica con la parte humana de la profesión le traen al sujeto.
La profesión en las últimas décadas. Entre lo técnico y lo humano
El avance de la tecnología en el siglo XX ocasionó cambios substanciales en la profesión farmacéutica que ganó paulatinamente un nuevo estatus. Siendo originalmente de carácter esencialmente humanista, la profesión sufrió transformaciones de su rol en la sociedad. El antiguo boticario que dominaba el arte de formular curas a través de un conocimiento tradicional comenzó a ser requerido en la industria para resolver las cuestiones técnicas de los procesos industriales. Este panorama contribuyó con la descaracterización y con la pérdida de identidad del profesional farmacéutico, el cual, durante años, pasó a ser visto por la sociedad como un mero vendedor de medicamentos10. Según Greco, se podría hablar de un proceso de regresión:
En las décadas de 1970 y 1980, con el distanciamiento de sus reales atribuciones y teniendo que dividir sus actividades con otros profesionales, el profesional farmacéutico empezó a experimentar un proceso de (des)profesionalización. (Traducción del autor)11.
Ante esta coyuntura los farmacéuticos han reaccionado a los vaivenes de la profesión intentando encontrar un lugar más visible en la sociedad y un papel más significativo en la salud. Aunque el uso efectivo y racional del medicamento sea la cuestión central en las discusiones dentro del ámbito sanitario, el farmacéutico actual debe afrontar también el desafío de incorporarse a los sistemas de salud no solamente como un profesional especialista en medicamentos, sino como un profesional de la salud de manera integral, para atender tanto las demandas de los equipos multidisciplinarios como las de los pacientes.
No obstante, es necesario subrayar que aún existen algunas trabas para que el farmacéutico pueda desarrollar plenamente sus funciones. Hay ciertas cuestiones de prioridad en la disputa por los recursos de los presupuestos de los hospitales que repercuten en el funcionamiento de las farmacias hospitalarias. Existen centros de salud donde la farmacia generalmente ocupa pequeños espacios sin condiciones mínimas necesarias para el almacenamiento adecuado de medicamentos y donde la carencia de profesionales calificados no brinda las condiciones apropiadas para que el servicio desempeñe su función y para que las relaciones y la atención sean más humanizadas12.
Por otro lado, las crecientes demandas burocráticas, administrativas y de gestión de recursos provocan que el profesional sea considerado como un profesional secundario o auxiliar de la función del médico. A raíz de esto, la participación del farmacéutico en equipos multidisciplinarios se ve afectada y la relación médico-farmacéutico no es productiva y eficaz. El farmacéutico ocupa la mayor parte de su tiempo en la gestión de compras o en otras tareas burocráticas, desperdiciando su formación y conocimiento; esto acaba repercutiendo en la visibilidad de su función para la comunidad13.
Finalmente, la formación de los farmacéuticos representa otro de los problemas de la coyuntura actual en Brasil, aunque Estefan, en 1986, ya vislumbraba el desprestigio que las facultades de farmacia brasileñas afrontarían a causa de la formación de profesionales mal preparados para las nuevas demandas sociales. El comienzo de aquella discusión recaía sobre los programas curriculares de Farmacia. Ya en aquella época se hablaba de una formación centrada en el medicamento donde las áreas de conocimiento y las disciplinas como la química, la física y las ciencias biológicas concentraban el poder más expresivo dentro de las facultades de farmacia. Como corolario, otros discursos, que se enfocaban al cuidado del paciente y a otros tipos de conocimientos, más volcados a las ciencias sociales y humanas, eran marginalizados14-16.
La reprofesionalización del farmacéutico: el emblema de la Atención Farmacéutica
Frente al alejamiento del paciente, a su invisibilidad en la sociedad y a su crisis de identidad, las organizaciones de farmacéuticos han desarrollado programas para intentar equilibrar las actividades orientadas a la gestión de los medicamentos y las actividades que involucran la atención y el cuidado del paciente. En Brasil, el avance de la farmacia clínica en la década del 2000, ha cambiado antiguos paradigmas sobre el profesional farmacéutico y su función tanto en el hospital como en la farmacias comunitarias17. Dentro de esta perspectiva, es que cobra vigor el concepto de Atención Farmacéutica que propone un cambio importante para la profesión y demanda que los farmacéuticos desempeñen nuevos papeles, teniendo como concepto central el “cuidar” del paciente. Una de las premisas fundamentales, que coloca al farmacéutico como agente clave en la atención a pacientes, insta a “humanizar” las funciones y a incorporar profesionales que perciban el acto de curar integralmente, o sea, sin centrarse exclusivamente en la aplicación de técnicas y procedimientos. Sin embargo, en lo que respecta a Brasil, la inclusión de la Atención Farmacéutica como programa de mejora básica en la salud no está tan difundida ya que aún son pocos los hospitales públicos que implementaron sistemáticamente este programa. Por lo tanto, de manera general, podemos considerar que la actividad de Atención Farmacéutica aún está en desarrollo, tanto en el sector público como en el privado18.
Ante esta coyuntura, este estudio realizado en la ciudad de San Pablo ofrece un campo propicio para abordar la temática propuesta. Siendo la ciudad más grande de Brasil, San Pablo concentra la mayor cantidad y diversidad de hospitales, la mayor cantidad de profesionales de la salud y también es un gran centro de referencia en formación de los mismos, incluyendo a los farmacéuticos. El Sistema Único de Salud Brasileño (SUS)* así como los grandes y modernos hospitales particulares son los lugares donde los farmacéuticos se desenvuelven y ejercen su profesión. Dichos profesionales conviven con la excelencia en términos de modernidad, tecnología y profesionalismo pero también con condiciones precarias de unidades de salud pública donde muchas veces el esfuerzo profesional se ve menguado por la pobre infraestructura hospitalaria.
METODOLOGíA
El uso de metodologías cualitativas en los estudios con farmacéuticos ha avanzado significativamente, sin embargo, el uso de Relatos y Narrativas representa un campo que aún no está suficientemente explorado11,18. En este estudio se pretendió analizar fenómenos como percepciones, actitudes y expectativas de los profesionales en un contexto de lógica de descubrimiento y de generación de hipótesis. Para ello, se diseñó un estudio cualitativo y transversal, fundamentado en el abordaje de la Historia Oral de Vida ya que esta se caracteriza por ser un instrumento capaz de revelar las diferentes maneras de percibir, sentir y actuar de los sujetos involucrados en su realidad cotidiana de manera más amplia que las entrevistas en profundidad19. Por lo tanto, la Historia Oral de Vida del profesional consistió en un relato a través de una entrevista abierta no directiva, según lo definido por sociólogos y antropólogos que se apropian de este recurso para las investigaciones cualitativas20.
Las estrategias de investigación se encuadran dentro de la metodología de la Historia Oral según el itinerario establecido por Meihy y Hollanda21. En la tabla 1, se explican los criterios de inclusión y selección de los entrevistados.
Para garantizar la ética y la validez de los documentos originados, la Historia Oral de Vida sigue un riguroso conjunto de procedimientos para la constitución de las narrativas, procedimientos que pueden ser colocados en las siguientes etapas: (1ª) grabación de las entrevistas; (2ª) confección del documento escrito: transcripción, textualización, transcriación; (3ª) verificación y validación del documento escrito; (4ª) análisis; (5ª) devolución del producto.
En el presente estudio, luego de haber delineado el ámbito de aplicación y el alcance del abordaje, establecimos contacto con nuestra comunidad de destino y con nuestra colonia. Debido a la existencia de una colonia relativamente grande y diversa en la ciudad de San Pablo, el recurso metodológico del punto cero nos guió en la estructuración de redes de colaboradores para delinear una especie de mosaico de la realidad social de nuestra comunidad de destino. En este sentido, la realización de entrevistas con redes de farmacéuticos que involucran perspectivas diferentes tienen la intención de enriquecer el conjunto de las narrativas. Por ejemplo, farmacéuticos formados en diferentes regiones y contextos de Brasil, que ejerzan funciones en hospitales públicos o privados, o que hayan trabajado en diversas áreas, como el área industrial o análisis clínico.
Después de delinear este mosaico fueron realizadas las entrevistas a partir de algunas preguntas de corte que fueron apenas una guía para las entrevistas ya que estas tuvieron un formato abierto y flexible.
Se realizaron dos preguntas de corte:
– ¿Qué fue lo que determinó su elección por la profesión?
– ¿Cómo piensa que influyen, en el ámbito de la farmacia hospitalaria, los avances científicos-tecnológicos y las nuevas tendencias en la profesión farmacéutica?
Luego de la escucha atenta del registro sonoro de la entrevista se inició la etapa de transcripción y textualización que es la transposición “literal” del registro, privilegiando el código escrito. En la transcriación, la presencia del colaborador vuelve a ser fundamental, pues ella solo podrá ser considerada finalizada después de haber sido revisada y aprobada por este. Tal procedimiento refuerza la dimensión propiamente colaborativa y ética del trabajo con Historia Oral.
Con el objetivo de cumplir con el alcance de este proyecto se restringió el número de personas, siendo efectivamente realizadas siete entrevistas adoptando la ley de los rendimientos decrecientes. Según Meihy, la ley de los rendimientos decrecientes obedece la lógica de la saturación temática; o sea, cuando los argumentos e indicaciones comienzan a repetirse, indicando la suficiencia del conjunto de entrevistas ya realizadas.
Las narrativas fueron validadas y verificadas por los colaboradores e interpretados de acuerdo con técnicas de inmersión/cristalización, estilo de interpretación fundamentado en la Fenomenología Hermenéutica22. Dentro de esta perspectiva, el objetivo de este trabajo fue tomar las narrativas como objeto de conocimiento y no apenas como técnica de investigación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Este trabajo se realizó entre 2012-2013 en Hospitales públicos y privados de la ciudad de San Pablo. Por indicación de los entrevistados se fue creando una red de siete farmacéuticos que trabajaban o habían trabajado en el área de la farmacia hospitalaria en dicha ciudad . Entre estos, fueron entrevistadas personas de diversos estados: Pernambuco, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul , Sao Paulo y con formación en diversas Universidades: Oswaldo Cruz, Universidad Estadual de Sao Paulo, Universidad de Sao Paulo, Universidad Federal de Pernambuco, Universidad Federal de Mato Grosso do Sul. Los entrevistados tenían entre 40 e 66 anos de edad y entre 15-30 años de actuación en farmacia hospitalaria. Todos ellos declararon tener más de 20 años de formados en la carrera. Todos los participantes tuvieron acceso al “Termo de Consentimento Livre e Esclarecido” (TECLE), el cual fue firmado autorizando su participación en el estudio, atendiendo a los principios éticos, según la Resolución 196/96 del Consejo Nacional de Salud23. Luego de la autorización, las entrevistas fueron desgravadas y, posteriormente, transcritas. Para garantizar el anonimato de los informantes, los pasajes de las narrativas utilizados para ilustrar el análisis fueron identificados con pseudónimos en vez de los utilizar nombres originales. El trabajo obtuvo su aprobación por el Comité de Ética en Pesquisa el 6/7/2012 con el número 5144.
Del análisis de los datos, emergieron cuatro grandes temas: Elección de la profesión e identidad profesional, La formación profesional, El farmacéutico y el hospital, Humanización: el medicamento “necesario”. Estos dos últimos juzgados fundamentales para el presente artículo ya que tratan de cuestiones relevantes sobre la actividad del día a día del farmacéutico hospitalario, son presentados y discutidos a continuación.
El farmacéutico y el hospital
El farmacéutico hospitalario es un profesional íntimamente relacionado con la salud, por ello, la práctica orientada al cuidado del paciente y a la cooperación con el personal sanitario es una cuestión central e importante. Sin embargo, en países como Brasil aún es necesaria la discusión y el énfasis en la Atención Farmacéutica al paciente porque, según es relatado por la colaboradora Juliana:
El principal paradigma que el farmacéutico tiene que quebrar para ser realmente un profesional de la salud es parar de pensar en el remedio y comenzar a pensar en los pacientes. El remedio o el medicamento será una herramienta para que se cumpla la tarea de él que es curar y estimular la prevención.
En este sentido, dentro de los principales objetivos de la Atención Farmacéutica es que el profesional pueda rescatar una identidad profesional perdida para ejercer una actividad más dirigida al trato con pacientes24.
La práctica de la Atención Farmacéutica es deseada por todos los hospitales porque por intermedio de esta existe un beneficio para el paciente que depende de medicamentos en su día a día. Un ejemplo notable de lo que pretende estimular dicho concepto y su repercusión en los pacientes fue dado de manera ilustrativa por la colaboradora Ana María:
¿Qué es un vaso sanguíneo contraído para los pacientes? ¿Qué son los vasos inclusive…? Entonces agarré “literalmente” la manguerita de mi ducha y la dilaté con calor… luego la coloqué dentro de otra manguerita para explicar gráficamente lo que era un vaso. En aquella época no teníamos recursos tecnológicos vastos como tenemos actualmente para explicar lo que era un vaso contraído. Yo explicaba que el cuerpo tiene vasos como si fuesen los caños de agua… Los caños son los que llevan la sangre… La sangre lleva nutrientes… Pero cuando algunos de estos caminos se contraen, pueden obstruirse y puede haber un infarto o puede haber un derrame… ¿Dónde puede ocurrir esto? Si es en el corazón da infarto y si es en el cerebro da derrame, el conocido ACV.
De todas maneras, existen trabas que impiden el curso normal de la Atención Farmacéutica. El compromiso del profesional y su empatía con el paciente no es algo que suceda de forma natural, lo que propicia actitudes como las comentadas por Andreza:
(…) Aún para una pomada de óxido de zinc usada para una paspadura, el profesional a veces dice: “Ah, paspadura, es porque el bebe no mama correctamente” y dice que “no hay”… Esto sucede porque la receta es un papel que es diferente de estar de frente a frente y ver el sufrimiento del paciente en el CTI. Por eso, en nuestra rutina, determiné que el farmacéutico tuviese que ir a la enfermería una vez por día durante la guardia. Este, tal vez no pueda ver a todos los pacientes, pero por lo menos pasa por la enfermería.
Por otra parte, existen otras barreras a ser superadas para la realización de una Atención Farmacéutica efectiva porque, para que esta sea posible, el ideal, según afirma Carla:
Es que un equipo de farmacéuticos pueda desarrollar todas las actividades: para eso los hospitales tendrían que ofrecer una farmacia con personal suficiente para atender todas las demandas. De esta forma el hospital puede tener un farmacéutico que esté avocado solamente a la parte clínica sin precisar involucrarse con la parte administrativa.
Como comentó Carla, la gestión del medicamento y de los recursos humanos en la farmacia es una parte importante y que merece cuidado, porque también:
El farmacéutico no puede abandonar el área administrativa… Supongamos que, en el hospital, el farmacéutico se quede solo en la ventanilla atendiendo al paciente y que toda la parte administrativa, de compras y de planificación sea gerenciada por otra área. Va a ser difícil que el medicamento llegue sin exigirle a otros funcionarios y uno no va a conseguir garantizar que el medicamento esté a la hora indicada, por eso el farmacéutico no puede abandonar esta área, pero no puede desarrollar solo actividades administrativas porque teóricamente es de la práctica clínica.
Por lo tanto, según las narrativas de los colaboradores, el deber del farmacéutico no es únicamente participar de la gestión y de las decisiones sobre los medicamentos, sino también participar activamente de la atención al paciente. El farmacéutico, dentro de este dilema técnico-humano, precisa reposicionarse para lograr salir de la visión estereotipada de sujeto “burocrático” o “rígido” que acaba dificultando el contacto con otros funcionarios de la salud como es descripto por Ana Maria, quien afirma que “es necesario que se busquen medios de conocer, de sensibilizar, de promover ese contacto con el usuario de ese medicamento porque el papel (receta médica) es muy impersonal”. Las tareas orientadas mayormente a la gestión de los insumos promueven una visión estereotipada porque, como afirma Juliana:
Yo digo que nosotros tenemos una forma de ser particular… El farmacéutico, generalmente, no consigue salir de los reglamentos, de la cosa más cerrada y burocrática: “Yo no puedo dispensar morfina porque el inciso 344 dice que yo no puedo”. El farmacéutico se aferra a eso: reglas, burocracias, que complican mucho. Pero podemos preguntarnos entonces: ¿él (farmacéutico) ya era así? o ¿él se volvió así a causa de la profesión?
La formación de equipos multidisciplinarios, que es un desafío constante de los sistemas de salud en Brasil, representa otra condición importante para la efectividad de la Atención Farmacéutica. En las recientes políticas implementadas por el gobierno que tienen por objetivo la humanización de la salud, por ejemplo el programa Humaniza-SUS, se enfatiza la importancia de estos equipos como forma de alcanzar mejoras en el cuidado de los pacientes25. Aún siendo muy anhelada, la cuestión de la multidisciplinaridad todavía parece tener un largo camino por recorrer porque, como dice Andreza:
Me parece que nosotros tenemos que integrarnos más al equipo de salud e interactuar más con el médico… El farmacéutico, en la facultad, es el dueño del medicamento, es él que entiende de medicamentos, pero en la práctica, no es tan así.
El trabajo multidisciplinario busca integrar conocimientos en pro de un sistema sanitario eficiente y de conceptos pluralistas donde las barreras que conciernen a los intereses particulares sean vencidas con el diálogo entre las partes. Sin embargo, aún persisten luchas de poderes y de saberes en los hospitales que impiden la integración de los profesionales porque, por ejemplo, y como comentan Ana Maria y Jorge, en ocasiones son necesarias actitudes específicas para que los cambios ocurran:
(…) ¿Qué sucede? Uno monta una farmacia en un hospital nuevo, hace un estudio epidemiológico y establece un arsenal terapéutico, tanto de medicamentos como de materiales, (…) y, de repente, llega un “médico estrella“ que quiere un medicamento “x”. Tipo un “síndrome pos congreso”. Nuestra primera lucha fue para que seamos tratados como doctores… ¿Por qué solo ocurre con el médico o con el estudiante de medicina, que a partir del quinto año pasa por la enfermería como un doctor, y hasta en la residencia como un doctor? Los dentistas, lo mismo… ¿Por qué nosotros los farmacéuticos no? En mi hospital me llaman doctor, con el tiempo el personal se fue acostumbrando, pero fue un gran paso, eso de ser respetado.
En una de las premisas de la Atención Farmacéutica se enfatiza la importancia de la sinergia del equipo “farmacéutico-médico” para que la cadena de atención en los hospitales ocurra de forma eficiente porque, en última instancia, y según es subrayado por la colaboradora Jessica:
(…) la base siempre es la misma, el médico prescribe el medicamento para que el paciente venga a buscarlo aquí a la farmacia… No hay secreto. Solo la forma de cómo se hace es que va a cambiar de un lugar a otro, y eso cambia muy rápido. Cuando uno piensa en tecnología parece todo muy rápido porque con la globalización las cosas llegan aquí rápidamente.
Humanización: el medicamento necesario
Desde la aparición del Sistema Único de Salud (SUS) y la creación de la Política Nacional de Humanización (Humaniza SUS), el nuevo paradigma de la salud en Brasil apunta a la necesidad de reconstruir relaciones, modos de pensar y procedimientos abandonados y marginalizados25.
Actualmente está en discusión la necesidad de humanizar el cuidado a los pacientes y también las relaciones que tienen los profesionales con los usuarios teniendo como premisa fundamental el acto integral de curar y evitado el foco exclusivo en la aplicación de técnicas y procedimientos protocolares. En este punto, Rios (2009) brinda una definición pertinente: “la humanización propone la construcción colectiva de valores que rescaten la dignidad humana y el ejercicio de la ética en el área de la salud”26.
De esta manera, la humanización puede ser comprendida como un cambio importante para el desarrollo de las funciones orientadas a los pacientes. Para la colaboradora Andreza, la humanización dentro del hospital:
(…) no consiste en dar un kit de higiénico cuando el paciente se interna. En verdad consiste en hacer que la informática que tenemos hoy en día, todos esos recursos tecnológicos, faciliten la vida del usuario, pero no es porque nosotros estemos en un hospital público que tengamos que dar lo mejor para el paciente… La tarea de quién está en la farmacia del ambulatorio es hacer funcionar eso… ¡Esa es la prioridad de mi servicio!
La Humanización va más allá de dar información o facilitar medios de cuidado. Tiene que promover una verdadera vocación orientada para el paciente ya que la atención humanizada presupone estrechar vínculos entre los pacientes y los profesionales que afrontan el sufrimiento. Estos deben atender a la persona fragilizada, valorizando su calidad de vida y respetando su dignidad y se proceso de toma de decisiones como Jessica destaca:
Consigo realizarme profesionalmente únicamente en esos momentos en los que estoy ayudando a alguien (…), queriendo o no, en el área hospitalaria, el farmacéutico está haciendo eso. Cuando uno tiene que encontrar aquella vacuna porque el niño va a nacer y la madre tiene una incompatibilidad con el bebé, uno se moviliza, incluso para hablar con la persona de compras: ¡No se preocupe! Yo misma estoy llamando para pedir el préstamo.
En este caso, se nota que el hecho de cuidar es una realización que humaniza y rescata el sentido ético de una acción que está por encima de cualquier protocolo institucional.
Sin embargo, aún existen, con cierta frecuencia, situaciones inhumanas en la farmacia hospitalaria. Andreza señala una de las situaciones que ocurren y que se podrían encuadrar dentro de la discusión del binomio humanización-deshumanización:
El paciente ya se quiere ir cuando llega a la farmacia… El último lugar a donde va es a la farmacia y, tal vez, antes ya fue maltratado por personas que no lo atendieron bien o esperó por mucho tiempo. Entonces, el paciente ya está muy irritado y se quiere ir. Si él tiene que esperar más de lo que se imagina que debería esperar, ya se pone de mal humor…
Esto nos permite pensar en uno de los puntos que Deslandes caracterizaba como deshumanizador en los centros de salud: la cuestión de la violencia institucional que sufren los pacientes e inclusive los profesionales27.
Finalmente, otro elemento importante en la cuestión de la humanización fue ilustrado por Juliana al abordar la discusión sobre la importancia de las condiciones de trabajo de las personas que cuidan y de los profesionales de hospitales:
Yo creo que lo que hace que derrumbemos las barreras es no tener miedos, ser felices y crear un ambiente feliz para trabajar. Ese es el gran desafío de aquí y es lo que estoy pautando para la gestión: oír mucho al farmacéutico y promover que hagan estudios. Nosotros queríamos cambiar la misión del departamento de Farmacia que tenía una visión de diez años atrás… Para eso, mandé un e-mail que decía: “Hable sobre la razón de ser de su área”. Por votación, entre cinco razones, se eligió esta “Apoyar a la vida y a la salud con la mejor asistencia farmacéutica”.
En esa perspectiva, alejar el miedo constante de la evaluación significaría abordar una gestión participativa y de multidisciplinaridad. Por lo tanto, humanizar en este contexto se refiere, también, a la posibilidad de una transformación cultural de la gestión y de las prácticas desarrolladas en y por las instituciones de salud mediante el fomento de la comunicación para construir redes de diálogo como un recurso técnico imprescindible.
Consideraciones finales
Esta investigación a través del abordaje de la Historia Oral de Vida constituye una oportunidad singular de comprender la vivencia de sujetos que ejercen la profesión de farmacéutico hospitalario en una gran ciudad. En la trayectoria de la investigación, las entrevistas y las narrativas correspondientes ilustran de una forma humanizada y subjetiva lo que ocurre en la vida de un profesional farmacéutico.
Una gran limitación para nuestro estudio fue la carencia de bibliografía existente sobre este abordaje metodológico en el contexto de la farmacia hospitalaria ya que la Historia Oral en la salud aun es poco difundida en el contexto actual brasileño. No obstante, cabe resaltar que el uso de otras metodologías cualitativas en los estudios con farmacéuticos han avanzado significativamente dando a luz diversos estudios sobre la formación, la actuación y la identidad del profesional farmacéutico. Además, en este trabajo existen limitaciones debidas al uso de una muestra relativamente baja de participantes en número y con un perfil restricto.
Dentro de los datos relevantes que se pudieron levantar de las narrativas, aparecen las cuestiones con respecto a la práctica profesional en el ámbito de la problemática de la deshumanización-humanización en la salud.
Por un lado, surge de las narrativas la afirmación de que la práctica profesional debe ser más humana y que esta es una cuestión fundamental. Se enfatiza la necesidad de que el profesional desarrolle aptitudes para que este pueda actuar de forma “humanizada” en la atención hospitalaria. No obstante, no se explicita detalladamente cómo debe acontecer este proceso.
Por otro lado, la cuestión de la deshumanización emerge a través de la mención de problemas que aún enfrentan estos profesionales y que son de larga data. Tanto el trabajo burocrático actual como el lugar que el farmacéutico ocupa en los hospitales aparecen como hechos aparentemente deshumanizadores.
Ahora bien, dentro del alcance y tenor de nuestro estudio, algunas reflexiones de los farmacéuticos nos motivan a pensar en un futuro alentador siendo la Atención Farmacéutica un camino posible para el reposicionamiento del profesional en el escenario hospitalario.
El binomio humanización-deshumanización está caracterizado por varios referenciales teóricos, políticos, ideológicos, filosóficos y simbólicos y representa un gran problema de investigación en el contexto sanitario actual. Aunque los estudios de estos asuntos sean más abundantes en lo que se refiere a la función del médico y de los enfermeros, teniendo como foco la calidad de la atención de los mismos, en el ámbito de la práctica farmacéutica estos son aún escasos. Se debe pensar, por consiguiente, en la importancia de los estudios que aborden y promuevan la reflexión del farmacéutico sobre si mismo para estimular la producción de estudios cualitativos en farmacia que coloquen a la profesión en contacto con las Ciencias Humanas y las Humanidades como primer paso para rescatar vivencias y experiencias que ayuden al desarrollo de la profesión farmacéutica con una perspectiva más humanizada.
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
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