Valera Rubio M1, Marcos Pérez G1, Recuero Galve L1, Martí Gil C1, Sánchez Gundín J1, Barreda Hernández D2
1 Especialista en Farmacia Hospitalaria
2 Jefe de Servicio de Farmacia
Hospital Virgen de la Luz. Gerencia de Atención Integrada de Cuenca (España)
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Rev. OFIL 2016, 26;4:294-300
Fecha de recepción: 04/01/2016 – Fecha de aceptación: 15/05/2016
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Correspondencia:
Marta Valera Rubio
Hermandad Donantes de Sangre, s/n
16002 Cuenca
Correo electrónico: marta_valera@hotmail.com
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Resumen
Objetivo: Conocer la opinión del personal facultativo y de enfermería de planta, tanto familiarizado o no con la prescripción electrónica asistida (PEA), acerca de la funcionalidad de este sistema, su efecto en seguridad y productividad y el impacto percibido del sistema en prescripción de errores e intervenciones farmacéuticas en nuestro hospital.
Métodos: Estudio transversal en el mes de diciembre de 2014 en un hospital de segundo nivel con distintos sistemas de prescripción médica (manual y electrónica) previo a la implantación del sistema de PEA en una de sus plantas. Se lleva a cabo dicho estudio mediante la difusión entre el personal sanitario de dos plantas distintas y en diferentes momentos respecto a la implantación de la PEA, de una encuesta tipo Likert para valorar la opinión sobre la PEA. Se analizan los resultados y se comparan las respuestas entre estos grupos muestrales, y con otros grupos que ya completaron la misma encuesta en 2010 mediante estadística analítica y descriptiva.
Resultados: 111 encuestas fueron examinadas (50 de médicos y 61 de enfermería). El personal de enfermería, independientemente del nivel de experiencia con la PEA, valoró positivamente su aportación a la seguridad del paciente. En cuanto a facilidad del manejo, fue estadísticamente significativa la diferencia en puntuación por un grupo ya familiarizado o conocedor de la PEA a través de compañeros experimentados, siendo peor la valoración antes de la primera implantación en el hospital. Entre los médicos se refleja mejor puntuación tanto en facilidad en el manejo y seguridad clínica en la planta con 5 años de experiencia en PEA. El personal médico otorgó peor valoración global que enfermería, diferencia que demostró ser estadísticamente significativa entre estos grupos profesionales.
Conclusión: La implantación de PEA es un proceso con muy buen resultado de satisfacción entre los usuarios claramente superior una vez conocen sus ventajas y adquieren la práctica en su utilización
Palabras clave: Prescripción electrónica asistida, facilidad de manejo, seguridad, encuesta, evaluación.
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INTRODUCCIÓN
La seguridad es un componente clave de la calidad asistencial y parte importante dentro de la gestión de la calidad en la atención al paciente1.
Además constituye uno de los problemas asumidos como de mayor relevancia por parte de las autoridades sanitarias como la Organización Mundial de la Salud, el Consejo de Europa, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y las comunidades autónomas. Tanto es así que se incluye como uno de los objetivos del apartado de Excelencia Clínica del Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud2.
Por otra parte, los errores de medicación se establecen como una de las causas más significativas por las que se ocasionan daños graves en el paciente y el motivo más frecuente de yatrogenia en pacientes hospitalizados. Hasta el 78% que conducen a un efecto adverso, son debidos a fallos en el circuito prescripción-dispensación-administración que podrían evitarse con la utilización de sistemas de información computerizados3,4.
En 1999 el Committee on Quality of Health Care in America del Institute of Medicine (IOM), publicó el informe “To err is human”5 el cual señalaba que los errores asistenciales producían entre 44.000 y 98.000 muertes al año en EEUU. A raíz de esta publicación las autoridades sanitarias empezaron a desarrollar medidas dirigidas a reducir estos errores. La introducción de las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario hospitalario supuso un avance importante de modo que entre estas medidas, se hizo constar como un punto imprescindible para la prevención de los errores médicos la llamada CPOE (computerized physician order entry), conocida en España como prescripción electrónica asistida (PEA).
Además de por el Institute of Medicine5, se ha apoyado enérgicamente la implantación de la PEA por parte de otras organizaciones de la salud como el Leapfrog Group6,7, American Society of Health-System Pharmacists (ASHP)8 y National Quality Forum9.
Asimismo, la PEA ha sido propuesta como una clara estrategia para reducir errores de medicación4, mejorar la calidad en la atención al paciente5 y conseguir ahorro en los costes del sistema sanitario10.
La prescripción electrónica presenta una serie de ventajas tales como: eliminación de órdenes médicas en papel extraviadas, eliminación de las ambigüedades causadas por ilegibilidad (las órdenes incompletas no son posibles en este caso), ayuda a la toma de decisiones sobre prescripción, finalización programada de tratamientos antibióticos, reducción del tiempo requerido para completar una orden, reducción de costes al presentar al facultativo las posibilidades con mejor relación coste-efectividad, mayor seguridad si se integra con otros programas que permitan asegurar la indicación de prescripciones determinadas como en el caso de hemoderivados o medicamentos restringidos, mejor comunicación entre los profesionales implicados y respeto a la confidencialidad de los pacientes11.
En general, existen en la bibliografía varios artículos que hablan del efecto de la PEA sobre los problemas relacionados con los medicamentos (PRM), con gran variabilidad en sus resultados debido a la falta de uniformidad en la clasificación de PRM, puesto que al no existir un consenso internacional acerca de las nomenclaturas y clasificaciones, resulta difícil comparar las revisiones publicadas12-14.
En cualquier caso, la mayoría de los estudios internacionales4,15 y nacionales16,17 apuntan hacia una disminución de los errores de medicación cuando se implanta la PEA reduciendo el riesgo de cometerlos y mejorando la seguridad del paciente hospitalizado.
Aunque la PEA ha sido implantada en muchos hospitales de nuestro país, médicos y otros profesionales de la salud indican que estos sistemas no siempre funcionan como es esperado18. Declaran problemas en el manejo, consideran el sistema insuficientemente desarrollado19, o bien, que son causa de pérdida de tiempo20 en detrimento del de dedicación al paciente, de nuevos errores o consecuencias no intencionadas21,22.
Por ello, un aspecto necesario pero desafiante es la evaluación de la opinión y satisfacción de los usuarios. A pesar del gran interés en su implantación, no hay demasiada literatura acerca del acuerdo de los profesionales de la salud sobre la PEA. Para abordar dicha brecha en la literatura, este estudio ha sido diseñado con el objetivo principal de conocer la opinión del personal facultativo y de enfermería de planta, tanto familiarizado como no con la PEA, acerca de la funcionalidad de este sistema y su efecto en la seguridad y productividad del sistema electrónico de prescripción en nuestro hospital.
Material y métodos
Hospital general de nivel II con un total de 310 camas, con sistema de dispensación de medicamentos en dosis unitaria (SDMDU) en el 46% de ellas (142 camas) y un 35,5% (110 camas) con sistema automatizado de dispensación de medicamentos (SADME) Pyxis®.
El hospital dispone de otro programa informático (Farhos® Prescriplant® en entorno Windows), para la prescripción electrónica por el médico desde las unidades de hospitalización de las plantas 5ª (Oncología-Digestivo-Cardiología, 32 camas, 10,3% del hospital) y 6ª (Medicina Interna-Hematología, 32 camas, 10,3% del hospital) con la consiguiente validación de las mismas por el farmacéutico de forma on-line, y en conexión con SADME. Los usuarios, tanto médicos, enfermeros como farmacéuticos, acceden al programa mediante contraseñas de seguridad personales e intransferibles, con diferentes niveles de acceso al mismo según la categoría profesional.
Se llevó a cabo un estudio transversal en diciembre de 2014, previo al proceso de implantación de PEA en la planta 7ª del hospital (Medicina Interna-Infecciosos, 34 camas, 11% del hospital), a través de una encuesta de opinión (Figura 1), autocumplimentable y anónima, con 8 ítems valorados cada uno con respuestas en escala tipo Likert y un apartado de texto libre, que se le hizo llegar al personal de enfermería y médicos, con los siguientes perfiles:
– Personal de la planta 7ª, en la que no se trabaja con PEA, donde hasta ahora se estaba gestionando la medicación por reposición de stock del botiquín de la unidad clínica y sin intervención farmacéutica (subgrupo de población 1).
– Personal de la planta 6ª, en la que se trabaja con PEA desde el año 2009 (subgrupo de población 2).
Antes de la recogida de datos se habían realizado reuniones informativas en donde se explicó al personal el objetivo del estudio y se les solicitó su participación. Aquellas personas que aceptaron formar parte del estudio completaron de forma anónima el cuestionario. Con el fin de minimizar sesgos en la recogida de datos, ésta se efectuó en un período de una semana para dar tiempo a realizarlo a todos los usuarios que fueran a tener contacto con el programa de PEA.
También se recogieron variables sociodemográficas como sexo, edad y grupo profesional.
Los resultados de dichas encuestas se compararon entre sí, y entre éstos y los que se obtuvieron en el año 2010 entre el personal de la 6ª planta, un año después de que se implantara la PEA (subgrupo de población 4).
Además, se han tenido en cuenta los resultados de las encuestas que se realizaron en su momento en la planta 5ª antes (subgrupo de población 3) y después (subgrupo de población 5) de implantar la PEA en el año 2010.
Se concentraron los resultados de los ítems del cuestionario en dos grupos para facilitar el análisis: uno de facilidad en el manejo y otro de seguridad del paciente.
El análisis de los datos se efectuó utilizando el paquete estadístico SPSS V15.0. Se realizó un estudio estadístico descriptivo y analítico, siendo el nivel de significación elegido de p<0,05.
A su vez se realizó un análisis de fiabilidad del cuestionario, ya que no ha sido validado anteriormente y necesitábamos saber la fiabilidad de la escala. Por ello, se calcularon los coeficientes alpha de Cronbach, así como la correlación de los ítems con el total de la escala.
Por último, para examinar las posibles diferencias entre la satisfacción del personal en las distintas situaciones relacionadas con la planta de hospitalización y el momento de la implantación de la PEA en el que se llevaba a cabo el estudio, se utilizó el test de U de Mann-Whitney.
Resultados
Durante el período de estudio se repartió la encuesta de satisfacción a 39 trabajadores (12 médicos y 27 del personal de enfermería), los cuales la completaron en su totalidad. Analizamos los resultados obtenidos de estas encuestas y de aquellas que se recogieron en 2010 (72 encuestas; 38 de médicos y 34 de enfermería) con lo que se examinaron un total de 111 encuestas (50 de médicos y 61 de enfermería).
De los cinco subgrupos encuestados existe la siguiente distribución de encuestas, según fecha y unidad clínica en la que se completó, y situación respecto a la implantación de la PEA (Tabla 1).
Las 111 encuestas están dentro del rango necesario establecido para el cálculo de la confiabilidad mediante el coeficiente alfa de Cronbach23.
La confiabilidad del cuestionario de 8 ítems presentó alfa de Cronbach de 0,74, considerándose un puntaje aceptable y bueno en los primeros estudios de validación de un instrumento en relación a la consistencia interna de las respuestas de los sujetos24.
Por otro lado, al aplicar análisis de correlaciones para facilitar el estudio simultáneo de la información contenida en esta encuesta, se observa que los coeficientes de correlación entre algunas preguntas son mayores a 0,6, existiendo una alta correlación (0,76) entre la variable: “¿Crees que la PEA mejora la seguridad del paciente?”, y la variable “¿Crees que la PEA asociada al SADME disminuye los errores de medicación?” Esto significa que cuando el usuario cree que la PEA mejora la seguridad también cree que disminuye los errores de medicación.
De las siguientes preguntas:
– ¿Crees que te resultaría fácil utilizar el programa de PEA?
– ¿Crees que la PEA mejoraría la seguridad del paciente?
– ¿Crees que la PEA asociada al SADME disminuiría los errores de medicación?
– Si eres médico, ¿crees que la PEA te facilitaría la prescripción?
También se demostró correlación (con un valor de 0,6 o ligeramente superior) con una respuesta positiva a la última pregunta de valoración global.
La distribución de las respuestas a la encuesta por parte de los subgrupos 1 y 2 se encuentran recogidas en la tabla 2 (se consideran valores perdidos a las preguntas sin contestar).
Una vez seleccionadas las encuestas de enfermería, el test de U de Mann-Whitney resultó estadísticamente significativo al comparar los resultados entre los subgrupos siguientes:
– Facilidad en el manejo: “Después, planta 6ª año 2010”, con peor puntuación, frente a “Después, planta 6ª año 2015” (sig. U Mann Whitney=0.003).
– Facilidad en el manejo: “Antes, planta 5ª año 2010”, con peor puntuación, frente a “Antes, planta 7ª año 2015” (sig. U Mann Whitney=0.001).
– Facilidad en el manejo: “Antes, planta 5ª año 2010”, con peor puntuación, frente a “Después, planta 6ª año 2015” (sig. U Mann Whitney=0.006).
Sobre las encuestas cumplimentadas por médicos, el test de U de Mann-Whitney resultó estadísticamente significativo al comparar los resultados entre los subgrupos siguientes:
– Facilidad en el manejo y seguridad clínica: “Antes, planta 7ª año 2015”, con peor puntuación, frente a “Después, planta 6ª año 2015” (sig. U Mann Whitney=0.026).
– Facilidad en el manejo: “Antes, planta 5ª año 2010”, con peor puntuación, frente a “Después, planta 6ª año 2015” (sig. U Mann Whitney=0.047).
Respecto a la pregunta de valoración global de la PEA, resultó estadísticamente significativa la diferencia entre categorías profesionales (sig. U Mann Whitney<0.005), con una puntuación más alta entre el personal de enfermería, no siendo significativa la diferencia entre grupos de edad y sexos.
La diferencia entre las calificaciones en la valoración global resultó estadísticamente significativa entre el subgrupo global (de médicos y enfermería) “Antes, planta 5ª año 2010”, con peor puntuación, frente a “Después, planta 6ª año 2015” (sig. U Mann Whitney=0.017). Los resultados obtenidos por subgrupos se describen en la tabla 3.
DISCUSIÓN
La satisfacción de los profesionales sanitarios con las herramientas de trabajo debe ser abordada desde su utilidad como medida que contribuye a aumentar la calidad del servicio prestado a los pacientes. La utilización de este tipo de encuestas entre el personal sanitario no es frecuente; sin embargo, su realización resulta muy productiva porque permite acercarse a los problemas y motivaciones de unas personas que, de forma anónima y libre se pueden manifestar.
Haciendo distinción entre grupos profesionales, y respecto al sector enfermería, podemos destacar, según el análisis estadístico, que en cualquier momento respecto a la implantación de la PEA es igualmente aceptada la aportación positiva de la PEA a la seguridad del paciente, no habiendo diferencias estadísticamente significativas entre los subgrupos. Sin embargo, cambia la puntuación referente a su percepción sobre la facilidad del manejo de este programa, siendo estadísticamente significativa la diferencia entre la valoración por un grupo donde ya se había implantado hacía tiempo o donde sin haberse instalado aún, son conocedores de los beneficios de la PEA a través de los compañeros que trabajan con ello desde hace 5 años, y la valoración de los encuestados antes de la primera implantación en el hospital, siendo ésta última más negativa. En otros estudios publicados ya se mostró la satisfacción de enfermería con la PEA por motivos tales como la disminución de los problemas de ilegibilidad y órdenes médicas incompletas, y su preferencia frente a la prescripción manual tras la implantación de la electrónica25.
Entre los médicos se refleja una mejor puntuación en cuanto a facilidad en el manejo y seguridad clínica en la planta con 6 años de experiencia en PEA. Incluso el personal facultativo antes de utilizar PEA en el 2015, y aún pudiendo conocer la experiencia de otra planta por sus compañeros, da valores más negativos ante la inminente implantación. Esto manifiesta que el personal médico se muestra más reacio al cambio de prescripción en papel hacia la PEA que el personal de enfermería, diferencia que demostró ser estadísticamente significativa entre estos grupos profesionales, lo cual ya se había visto en otros estudios26. Esto puede estar relacionado con la aparente impresión de escasez de equipos informáticos y la resistencia al cambio de costumbres de los facultativos, así como la falta de práctica en un nuevo software que desconocen antes de su puesta en marcha y enlentece el trabajo inicialmente21,22.
En la tabla 1, donde se desglosa la distribución de respuestas por pregunta de los subgrupos 1 y 2, se observa claramente la tendencia hacia una valoración más positiva en el grupo que ya trabaja con PEA frente al que no, siendo la diferencia más pronunciada en el ítem “Si eres médico, ¿crees que la PEA facilita la prescripción?” Obviamente ello indica que las ventajas de este sistema en el momento de la toma de decisiones en cuanto a la prescripción farmacoterapéutica se reconocen tras familiarizarse con él, como ya se ha defendido en otras publicaciones16. En esta misma tabla, también podemos destacar la variación de la distribución de las respuestas a la pregunta “¿Crees que la PEA incrementaría el tiempo necesario para prescribir en detrimento del tiempo para la atención al paciente?”, en la que el subgrupo 2 otorga opiniones algo más favorables a la versión electrónica pero aún con reticencia. El aumento de tiempo de trabajo ya se obtuvo como uno de los inconvenientes encontrados en otros trabajos publicados19,27-29, sin embargo también se ha demostrado que aunque la PEA puede hacer que los médicos pasen más tiempo frente al ordenador, se reduce el tiempo dedicado a revisar papeles como por ejemplo al consultar la duración previa de un tratamiento, información que la PEA refleja directamente, lo cual concluye que la PEA no aumenta el tiempo total de prescripción30.
Por ello, la valoración global positiva ante el cambio a PEA fue mayor en los grupos después de la implantación, lo que nos da la idea de que tras la experiencia de su utilización la perspectiva de los encuestados varía sustancialmente y es, por tanto, antes del cambio cuando se dan valoraciones negativas por miedo o desconocimiento.
Entre las limitaciones del estudio cabe mencionar el escaso tamaño muestral por subgrupos, al encontrarnos en un hospital de segundo nivel sin una gran cantidad de recursos humanos. Por otra parte, la proliferación de modelos de encuestas de satisfacción es a veces criticada, ya que sólo unas pocas se basan en algún modelo teórico y ofrecen datos sobre su consistencia interna y sensibilidad. En nuestro estudio, se ha utilizado una encuesta de satisfacción creada por nuestro propio servicio pero no hemos querido obviar un análisis de fiabilidad antes de proseguir con el estudio, dando una mayor validez a los resultados obtenidos.
En conclusión, la implantación de PEA es un proceso con muy buen resultado de satisfacción entre los usuarios una vez conocen sus ventajas y adquieren la práctica en su utilización. El personal sanitario apoya su uso en cuanto a las mejoras en seguridad clínica, reconociendo a su vez una baja dificultad para lograr la destreza mínima para su manejo diario, lo cual es imprescindible para la aceptación de otras nuevas tecnologías en el ámbito sanitario y su rápida difusión dentro de la misma institución hospitalaria.
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
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